porque aunque ya lo sabía, en el fondo dudaba
que fuera posible que las cosas cambiaran
de un segundo a otro. Como si se hubieran esfumado.
Y aunque esto no me concierne, porque nunca hubo
más que confusiones y miradas, me atrevo a decir
que me siento traicionada, aunque las cosas estén mejor así.
La confianza es mi gran tesoro, eso no se le entrega a cualquiera
y es por eso que este acontecimiento me ha dejado tan atónita e inmóvil
porque aunque te apreciaré por siempre, los añicos son añicos,
y por más que suene cruel, no volverán a juntarse.